Desayuno memorable en un jardín hermoso

El desayuno fue un verdadero festín, con productos frescos y de calidad. Pasar la tarde en el jardín disfrutando del silencio y las vistas fue una experiencia única, perfecta para desconectar.

La intimidad en el baño podría mejorarse, ya que daba a la terraza de otros huéspedes. Además, me gustaría que hubiera más variedad de actividades nocturnas en el lugar.

Corto, claro y al pie

Un hotel encantador rodeado de naturaleza. La tranquilidad es absoluta, ideal para el descanso. El desayuno es destacable, con productos de calidad. Aunque el acceso a algunas comodidades, como la cena, es limitado. La conexión Wi-Fi necesita mejora y el mobiliario muestra signos de desgaste.

El hotel Can Rosich es un lugar perfecto para desconectar, rodeado de naturaleza. La única desventaja fue que el agua de la ducha no tenía buena presión. También, la variedad de actividades fuera es genial, como el senderismo y el parque infantil. Sin duda, un sitio para volver.

Pasamos unas tardes agradables en el jardín, donde pudimos relajarnos con una bebida mientras disfrutábamos de la belleza del entorno natural. El desayuno, lleno de productos frescos, fue uno de los mejores momentos de nuestra estancia.

El jardín es hermoso y

ofrece un entorno realmente encantador para relajarse. Los dueños son increíblemente amables y se esfuerzan por hacerte sentir como en casa. Sin embargo, la insonorización podría mejorarse, ya que se escuchan ruidos desde otras habitaciones, lo que puede interrumpir la tranquilidad.

El hotel tiene su encanto, pero la presión del agua en la ducha era ridiculamente baja, lo que hizo que ducharme fuera una tarea horrible. Además, ¡me esperaba un trato especial, como una botella de vino de bienvenida! Pero parece que no soy nadie aquí. Casi escribí un buen comentario, pero no pude. Espero que mejoren esto pronto.

Desayuno delicioso y muy bien presentado.

La presión del agua en la ducha era muy baja, lo que hacía que ducharse fuera una tarea tediosa. Además, la habitación tenía problemas de insonorización que permitían escuchar ruidos de otras estancias, lo que afectó nuestra tranquilidad. Por último, el acceso al Wi-Fi no funcionaba adecuadamente en nuestra habitación, lo que fue frustrante para trabajar.

El desayuno destaca por su variedad con embutido de calidad, mermelada casera y zumo natural. Las habitaciones son amplias, cómodas y con increíbles vistas al jardín donde se pueden ver caballos.

La intimidad en el baño es un problema, ya que daba a la terraza de otros huéspedes. Además, eche de menos un poco más de presión en la ducha, lo que hacía que esa parte del día fuera un poco inconveniente.

Estuvimos una noche y nos encantó la tranquilidad del lugar, rodeado de naturaleza, y pudimos disfrutar de un cielo estrellado. La habitación era amplia y muy cómoda, con vistas al jardín donde había caballos. Aunque la intimidad del baño podría mejorarse ya que daba a una terraza, la amabilidad de los dueños y el excelente desayuno hicieron que nuestra estancia valiera la pena.

Can Rosich es un lugar hermoso para desconectar. La habitación es amplia, con vistas al jardín y a los caballos, lo que añade un toque especial. Los dueños, Juanjo y Ana, son increíblemente amables y te hacen sentir como en casa. El desayuno es un verdadero placer, con productos frescos y de calidad. Pasamos unas tardes agradables en el jardín disfrutando del entorno natural.

La presión del agua en la ducha podría mejorar.

Tranquilidad absoluta en plena naturaleza.

el lugar es un oasis de tranquilidad en plena naturaleza, perfecto para relajarse. además, los dueños te hacen sentir como en casa y el desayuno es para no olvidarlo.

fue muy corto el tiempo de estancia.